El teatro resulta fascinante, si revisamos su historia seguramente acudiremos a los orígenes en Grecia, las máscaras, las tragedias y todo el cúmulo de historias tejidas por personajes como Sófocles, Eurípides y Esquilo para adentrarnos a obras como Edipo Rey, Antígona y muchas más que son una fuente evidente que suele retratar la condición humana.
México ha contado con grandes dramaturgos, actrices y actores que han brillado con luz propia a través de los años para dejar un testimonio sobre las tablas del escenario. El sábado 11 de marzo falleció una figura emblemática de la actuación en los foros del teatro, el celuloide y televisión, nos referimos al maestro Ignacio López Tarso quien participó desde la época del cine de oro mexicano.
Seguramente una inmensa mayoría lo evoca con la película que le consagró totalmente en 1960, si, nos referimos a la obra Macario, la cual está basada en el cuento de Bruno Traven, en el largometraje señalado Ignacio López Tarso logra una destacada participación al interpretar al leñador que tenía la ilusión de comer un pavo entero en el día de muertos, ahí se teje la historia con imágenes fantásticas ambientada en otro tiempo lejano.
Ignacio López Tarso nació el 15 de enero de 1925, su pasión por la actuación fue evidente incluso trabajó en la etapa de la pandemia vía streaming hace un par de años para presentar El canto del cisne de la autoría de Antón Chéjov, esto significa que con más de 90 años a cuestas el histrión laboró en lo que fue su gran apasionamiento.
Por la misma vía digital hace menos de dos años López Tarso presentó Macario, la obra que le encumbrara hace más de sesenta años, también la habría de presentar de manera presencial en Xcaret. Macario le acompañó por siempre, digamos que fue parte de su identidad en la actuación.
En el cine se recuerda a López Tarso no solo por la referida película Macario, también destacó en La sombra del caudillo basada en la obra de Martín Luis Guzmán que es una trama inspirada en el conflicto posrevolucionario que en la vida real se trataba de Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y el asesinato de Francisco Serrano, los tres mencionados fueron del mismo grupo político triunfante en la revolución, ello bajo la dirección de Julio Bracho. En la mencionada película Ignacio López Tarso interpretó al general Hilario Jiménez.
Destacó también en El hombre de papel, dirigida por Ismael Rodríguez inspirada en la obra El billete de Luis Spota, ahí López Tarso interpreta a un pepenador mudo que tiene un billete de diez mil pesos y resulta estafado por un ventrílocuo alcohólico interpretado por Luis Aguilar.
En el teatro, al que López Tarso dijo que fue el amor de su vida, en las tablas participó en obras extraordinarias como Cyrano de Bergerac de Edmundo Rostand, también en El rey Lear de William Shakespeare.
Ignacio López Tarso deja un gran legado en el que destaca su calidad, su entrega, alguna vez tomando café en los portales de Morelia con el primer actor Carlos Bracho éste me dijo que López Tarso llenaba con su presencia cualquier escenario. Macario se fue al sitio donde se desparrama el polvo de estrellas, en otro plano estará el maestro Ignacio López Tarso para salir luego de escuchar la voz que dice: tercera llamada, comenzamos.
Presidente de la Crónica de Paracho 2020-2022, Trabajó como Secretario en Secretaría de Difusión Cultural y Extensión Universitaria.
