/ lunes 3 de octubre de 2022

Las cifras no mienten, pero los mentirosos también usan cifras.

Dos homicidios registrados la semana pasada pusieron en entredicho, una vez más, las cifras ofrecidas por el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, durante su primer Informe de Gobierno: los asesinatos de Francisco Eduardo Martínez Martínez, hijo de José Trinidad Martínez Pasalagua, y de Omar Daniel Colín, secretario del Ayuntamiento de Ocampo.

Con el homicidio de Omar Daniel suman seis asesinatos de altos funcionarios municipales durante el presente año: el 7 de febrero el alcalde de Contepec, Enrique Velázquez Orozco, fue encontrado sin vida con disparo de arma de fuego; el 10 de marzo, el edil de Aguililla, Arturo Valencia, fue ejecutado a plena luz del día en su comunidad; el 2 de abril, el síndico de Cuitzeo Francisco Díaz Rodríguez, quien previamente había desaparecido, fue encontrado finalmente sin vida con signos de violencia.

El 27 de junio, el síndico del ayuntamiento de Villa Jiménez, Noé Ornelas, fue asesinado con disparos en la cabeza; el 26 de agosto, el secretario de Seguridad Pública de Irimbo, Jorge Flores, fue localizado sin vida por disparos de arma de fuego y, finalmente, el 28 de septiembre, Omar Daniel Colín, secretario del Ayuntamiento de Ocampo fue localizado asesinado, junto con su padre, en la localidad de Zirahuato, municipio de Zitácuaro.

En la danza de las cifras, en la presentación de las estadísticas, los homicidios dolosos continúan siendo en Michoacán el indicador que opaca el trabajo en materia de seguridad, la disminución lograda en otros delitos, porque además éstos muestran la presencia de grupos criminales y la ineficacia de las acciones emprendidas para contenerlos.

Por ello, reza el refrán que “Las cifras no mienten, pero los mentirosos también usan cifras”. La intención con la cual se observan –y difunden- las estadísticas depende de quien las emita: Es verdad que en Michoacán han disminuido los homicidios pero también se podría afirmar que ha empeorado la situación en comparación con el 2021.

Se debe partir de un indicador fundamental: la disminución de estos delitos a nivel nacional. Bajo esta perspectiva, Michoacán en el último mes mejoró su situación al disminuir un lugar y colocarse en el tercer lugar nacional en cuanto al número de homicidios dolosos, aunque cuantitativamente se registren más: en 2021 hubo 2, 691 (aunque en el informe ofrecido por la titular de la SSPC, Rosa Icela Rodríguez, con cifras del SESNSP fueron 2, 732) y en 2022 (hasta el momento de escribir estas líneas) 1, 901.

Sin embargo, si se hace un comparativo del sexenio de AMLO, Michoacán ha empeorado: en 2019 ocupaba el 6° lugar (2, 462); en 2020, el 5° (2, 400); en 2021 se mantuvo en el 5° (2, 691), y en 2022 (hasta el 27 de septiembre, la entidad llegó al 3er lugar con 1, 901 (y se ubicaba hasta hace unos días en el 2° puesto). En ese mismo periodo, a nivel nacional disminuyó el número de homicidios al pasar en 2019 de36, 661 a 22, 731 en 2022. Con base en las cifras que ofrece TResearch Internacional

Si se compara la variación entre el 2021 y el 2022 (hasta el momento), Michoacán se ubicaría en el octavo lugar nacional pero entre los estados con una variación a la alza del 10 por ciento. Bajo esta óptica, Hidalgo habría incrementado habría aumentado un 83%, colocándose en la primera posición y Zacatecas en el puesto 23 con una disminución del 17%. Pero si se analizan los homicidios por cada cien mil habitantes, Zacatecas se coloca en la primera posición con 109 e Hidalgo cae hasta la posición 28 con 8. Bajo esta perspectiva, Michoacán se ubica en el 8° puesto con 55 homicidios por cada 100 habitantes.

También una variación importante será la fuente de la que se obtenga la información. Para esta colaboración se emplearon los datos que emite TResearch Internacional, aunque ellos también exponen que las cifras varían dependiendo de quien las ofrezca. Como ejemplo muestra que si se toma como fuente las “mañaneras”, el número de homicidios durante el 2021 sería 28, 027; si se toma como referencia el SESNSP serían 33, 344 y si se analizan los datos que arroja el número de actas de defunción que publica el INEGI serían de 35, 625, es decir habría una variación de 21% menos casos entre los datos del Gabinete y el INEGI.

El mejor ejemplo de lo que puede provocar la danza de las cifras fue el incidente entre el Presidente López Obrador y el periodista Jorge Ramos. Ambos tenían razón pero como dijo el mandatario, según como sean presentes los datos y con qué finalidad: “No se trata de hablar en lo cuantitativo”, dijo el Presidente, aunque no debemos olvidar que cada número es una persona.

Dos homicidios registrados la semana pasada pusieron en entredicho, una vez más, las cifras ofrecidas por el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, durante su primer Informe de Gobierno: los asesinatos de Francisco Eduardo Martínez Martínez, hijo de José Trinidad Martínez Pasalagua, y de Omar Daniel Colín, secretario del Ayuntamiento de Ocampo.

Con el homicidio de Omar Daniel suman seis asesinatos de altos funcionarios municipales durante el presente año: el 7 de febrero el alcalde de Contepec, Enrique Velázquez Orozco, fue encontrado sin vida con disparo de arma de fuego; el 10 de marzo, el edil de Aguililla, Arturo Valencia, fue ejecutado a plena luz del día en su comunidad; el 2 de abril, el síndico de Cuitzeo Francisco Díaz Rodríguez, quien previamente había desaparecido, fue encontrado finalmente sin vida con signos de violencia.

El 27 de junio, el síndico del ayuntamiento de Villa Jiménez, Noé Ornelas, fue asesinado con disparos en la cabeza; el 26 de agosto, el secretario de Seguridad Pública de Irimbo, Jorge Flores, fue localizado sin vida por disparos de arma de fuego y, finalmente, el 28 de septiembre, Omar Daniel Colín, secretario del Ayuntamiento de Ocampo fue localizado asesinado, junto con su padre, en la localidad de Zirahuato, municipio de Zitácuaro.

En la danza de las cifras, en la presentación de las estadísticas, los homicidios dolosos continúan siendo en Michoacán el indicador que opaca el trabajo en materia de seguridad, la disminución lograda en otros delitos, porque además éstos muestran la presencia de grupos criminales y la ineficacia de las acciones emprendidas para contenerlos.

Por ello, reza el refrán que “Las cifras no mienten, pero los mentirosos también usan cifras”. La intención con la cual se observan –y difunden- las estadísticas depende de quien las emita: Es verdad que en Michoacán han disminuido los homicidios pero también se podría afirmar que ha empeorado la situación en comparación con el 2021.

Se debe partir de un indicador fundamental: la disminución de estos delitos a nivel nacional. Bajo esta perspectiva, Michoacán en el último mes mejoró su situación al disminuir un lugar y colocarse en el tercer lugar nacional en cuanto al número de homicidios dolosos, aunque cuantitativamente se registren más: en 2021 hubo 2, 691 (aunque en el informe ofrecido por la titular de la SSPC, Rosa Icela Rodríguez, con cifras del SESNSP fueron 2, 732) y en 2022 (hasta el momento de escribir estas líneas) 1, 901.

Sin embargo, si se hace un comparativo del sexenio de AMLO, Michoacán ha empeorado: en 2019 ocupaba el 6° lugar (2, 462); en 2020, el 5° (2, 400); en 2021 se mantuvo en el 5° (2, 691), y en 2022 (hasta el 27 de septiembre, la entidad llegó al 3er lugar con 1, 901 (y se ubicaba hasta hace unos días en el 2° puesto). En ese mismo periodo, a nivel nacional disminuyó el número de homicidios al pasar en 2019 de36, 661 a 22, 731 en 2022. Con base en las cifras que ofrece TResearch Internacional

Si se compara la variación entre el 2021 y el 2022 (hasta el momento), Michoacán se ubicaría en el octavo lugar nacional pero entre los estados con una variación a la alza del 10 por ciento. Bajo esta óptica, Hidalgo habría incrementado habría aumentado un 83%, colocándose en la primera posición y Zacatecas en el puesto 23 con una disminución del 17%. Pero si se analizan los homicidios por cada cien mil habitantes, Zacatecas se coloca en la primera posición con 109 e Hidalgo cae hasta la posición 28 con 8. Bajo esta perspectiva, Michoacán se ubica en el 8° puesto con 55 homicidios por cada 100 habitantes.

También una variación importante será la fuente de la que se obtenga la información. Para esta colaboración se emplearon los datos que emite TResearch Internacional, aunque ellos también exponen que las cifras varían dependiendo de quien las ofrezca. Como ejemplo muestra que si se toma como fuente las “mañaneras”, el número de homicidios durante el 2021 sería 28, 027; si se toma como referencia el SESNSP serían 33, 344 y si se analizan los datos que arroja el número de actas de defunción que publica el INEGI serían de 35, 625, es decir habría una variación de 21% menos casos entre los datos del Gabinete y el INEGI.

El mejor ejemplo de lo que puede provocar la danza de las cifras fue el incidente entre el Presidente López Obrador y el periodista Jorge Ramos. Ambos tenían razón pero como dijo el mandatario, según como sean presentes los datos y con qué finalidad: “No se trata de hablar en lo cuantitativo”, dijo el Presidente, aunque no debemos olvidar que cada número es una persona.