/ martes 29 de agosto de 2023

Literatura y pensamento crítico

Cada 24 de agosto se recuerda el natalicio de Jorge Luis Borges, fue un escritor todo terreno que sigue presente a través de su obra que siempre será oportuna leer porque se trata de luces que nunca se extinguen.

Es conveniente que se diseñen políticas públicas que realmente fomenten la lectura con un gran alcance y no solo de manera efímera, algo han hecho al respecto los diferentes niveles de gobierno, aunque es una tarea que no ha terminado, no es tiempo de quemar libros sino más bien de ponerlos al fácil alcance de la sociedad.

Ahora que decimos que no deben incinerarse los libros recordé una novela que leímos hace ya un buen número de años: Fahrenheit 451 de la autoría de Ray Bradbury. Se trata de una ficción en la que el celebrado autor también de Crónicas marcianas, narra como los bomberos queman libros porque de acuerdo al gobierno influyen para que la gente no sea feliz.

Leer es para muchos un placer, es aleccionador descubrir novedades literarias, hace algunos días por asuntos académicos volví a indagar algunos textos de Fernando Savater, el autor español ha contribuido con tesón y talento para divulgar las ideas políticas así como su evolución, la trascendencia de la ética con la tabla axiológica que nos remite al pensamiento aristotélico que se resume en la búsqueda invariable del bien común como causa última de lo que llamamos política.

El filósofo y educador español informaba hace algunos años que se retiraba de su tarea de escribir libros, tras hacer el anuncio lamenté su decisión justo en esta hora en que más se ocupa retornar los clásicos como fuente no sólo histórica sino inspiradora en los complicados tiempos posmodernos en que las ideologías parece que llegaron al ocaso para dar vía libre al inmediatismo, al más desarticulado pragmatismo.

En mi juventud leí un libro de Fernando Savater que me cautivó: Política para Amador. En ese ensayo dedicado a su hijo trata de la importancia de esa ciencia inexacta tan presente en todos los tiempos porque va aparejada a la condición humana.

Didáctico, claro y contundente es Savater, Ética para Amador y Política para Amador son un par de libros dedicados a los jóvenes; ahí se resalta el bagaje del pensamiento clásico en torno a la cosa pública, a la importancia de involucrarse en los procesos sociales y levantar la bandera de las grandes causas que conducen a la felicidad, así lo remarcaron los antiguos griegos.

Fernando Savater corresponde a la generación de posguerra, aquella que nació en la vieja Europa ajada por la Segunda Guerra Mundial, la misma que atestiguó los estragos producidos por la garra del autoritarismo atroz. En la década de los años sesenta se dibujaban los primeros signos de una nueva toma de conciencia, el Mayo Rojo de París impregnaba de poesía las calles, los aforismos se podían leer en los muros mientras episodios trágicos se suscitaban en la ciudad Lux.

Savater fue parte de aquella generación que hablaba de pacifismo en una España que, de súbito, retornaba a la Edad Media de la mano y fusil de Francisco Franco para vivir en la penumbra aunque fuese primavera.

El último libro que Fernando Savater escribió, junto con su esposa Sara Torres antes de que ésta falleciera, es Aquí viven leones, se trata según la crítica de un vigoroso ensayo a través de las guaridas de los grandes escritores entre los que figuran el mexicano Alfonso Reyes y el austriaco Stefan Zweig, recomendable leerlo.

Si es una grata tarea leer a Savater es aleccionador releerlo , a mis alumnos de la universidad les he invitado a conocer su obra para comenzar con Política para Amador, en el citado libro nos refiere que aquel griego de la polis clásica que no se involucraba en el tratamiento de los problemas de la comunidad era calificado de idiote, de allí proviene la palabra idiota.

Se pueden leer todas sus obras, por ejemplo Los diez mandamientos en el siglo XXI, El valor de educar, Los siete pecados capitales; entre otras obras que nos indican el santo y seña de un gran pensador que espero no deje de escribir porque en tiempos como los actuales se demanda la frescura del pensamiento crítico.


Presidente de la Crónica de Paracho 2020-2022, Trabajó como Secretario en Secretaría de Difusión Cultural y Extensión Universitaria.

Cada 24 de agosto se recuerda el natalicio de Jorge Luis Borges, fue un escritor todo terreno que sigue presente a través de su obra que siempre será oportuna leer porque se trata de luces que nunca se extinguen.

Es conveniente que se diseñen políticas públicas que realmente fomenten la lectura con un gran alcance y no solo de manera efímera, algo han hecho al respecto los diferentes niveles de gobierno, aunque es una tarea que no ha terminado, no es tiempo de quemar libros sino más bien de ponerlos al fácil alcance de la sociedad.

Ahora que decimos que no deben incinerarse los libros recordé una novela que leímos hace ya un buen número de años: Fahrenheit 451 de la autoría de Ray Bradbury. Se trata de una ficción en la que el celebrado autor también de Crónicas marcianas, narra como los bomberos queman libros porque de acuerdo al gobierno influyen para que la gente no sea feliz.

Leer es para muchos un placer, es aleccionador descubrir novedades literarias, hace algunos días por asuntos académicos volví a indagar algunos textos de Fernando Savater, el autor español ha contribuido con tesón y talento para divulgar las ideas políticas así como su evolución, la trascendencia de la ética con la tabla axiológica que nos remite al pensamiento aristotélico que se resume en la búsqueda invariable del bien común como causa última de lo que llamamos política.

El filósofo y educador español informaba hace algunos años que se retiraba de su tarea de escribir libros, tras hacer el anuncio lamenté su decisión justo en esta hora en que más se ocupa retornar los clásicos como fuente no sólo histórica sino inspiradora en los complicados tiempos posmodernos en que las ideologías parece que llegaron al ocaso para dar vía libre al inmediatismo, al más desarticulado pragmatismo.

En mi juventud leí un libro de Fernando Savater que me cautivó: Política para Amador. En ese ensayo dedicado a su hijo trata de la importancia de esa ciencia inexacta tan presente en todos los tiempos porque va aparejada a la condición humana.

Didáctico, claro y contundente es Savater, Ética para Amador y Política para Amador son un par de libros dedicados a los jóvenes; ahí se resalta el bagaje del pensamiento clásico en torno a la cosa pública, a la importancia de involucrarse en los procesos sociales y levantar la bandera de las grandes causas que conducen a la felicidad, así lo remarcaron los antiguos griegos.

Fernando Savater corresponde a la generación de posguerra, aquella que nació en la vieja Europa ajada por la Segunda Guerra Mundial, la misma que atestiguó los estragos producidos por la garra del autoritarismo atroz. En la década de los años sesenta se dibujaban los primeros signos de una nueva toma de conciencia, el Mayo Rojo de París impregnaba de poesía las calles, los aforismos se podían leer en los muros mientras episodios trágicos se suscitaban en la ciudad Lux.

Savater fue parte de aquella generación que hablaba de pacifismo en una España que, de súbito, retornaba a la Edad Media de la mano y fusil de Francisco Franco para vivir en la penumbra aunque fuese primavera.

El último libro que Fernando Savater escribió, junto con su esposa Sara Torres antes de que ésta falleciera, es Aquí viven leones, se trata según la crítica de un vigoroso ensayo a través de las guaridas de los grandes escritores entre los que figuran el mexicano Alfonso Reyes y el austriaco Stefan Zweig, recomendable leerlo.

Si es una grata tarea leer a Savater es aleccionador releerlo , a mis alumnos de la universidad les he invitado a conocer su obra para comenzar con Política para Amador, en el citado libro nos refiere que aquel griego de la polis clásica que no se involucraba en el tratamiento de los problemas de la comunidad era calificado de idiote, de allí proviene la palabra idiota.

Se pueden leer todas sus obras, por ejemplo Los diez mandamientos en el siglo XXI, El valor de educar, Los siete pecados capitales; entre otras obras que nos indican el santo y seña de un gran pensador que espero no deje de escribir porque en tiempos como los actuales se demanda la frescura del pensamiento crítico.


Presidente de la Crónica de Paracho 2020-2022, Trabajó como Secretario en Secretaría de Difusión Cultural y Extensión Universitaria.

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