Paradójicamente, el fin de semana que conmemoramos Día de Muertos, Michoacán superó la cifra de dos mil personas fallecidas a causa del Covid 19. Lejos de guardar luto a quienes han perdido la vida este año a causa de la pandemia, miles de individuos optaron por salir a “celebrar” en los bares y cantinas de la ciudad.
Esta falta de empatía de una parte de nuestra sociedad muestra la profunda división que existe en México, que cada día se acerca a los 100 mil muertos a causa de esta enfermedad; las autoridades decidieron delegar esta responsabilidad a la ciudadanía que ha preferido, en gran medida, anteponer sus intereses al del resto de sus semejantes.
Morelia es una clara muestra del desinterés de las autoridades locales para detener la pandemia: su despreocupación porque los lugares de concentración social cumplan con las medidas de protección mínimas es alarmante lo cual ya la coloca como el foco rojo en Michoacán.
Ejemplo de incongruencia han sido las decisiones del Ayuntamiento de Morelia que encabeza Raúl Morón Orozco, quien ha preferido privilegiar el interés económico sobre la salud pública al desechar la propuesta de imponer la llamada “Ley Seca” en las fiestas patrias septembrinas y ahora en la Noche de Muertos. En contrapartida, los panteones y escuelas permanecen cerrados.
A pesar de esta terrible cifra y de que hace unos días se bajó de nivel en el semáforo epidemiológico nacional, Michoacán se mantiene relativamente estable en el contexto nacional en cuanto al Covid 19. Hay quienes consideran que si el gobierno de Raúl Morón hubiera atendido las recomendaciones de las autoridades estatales la cifra de muertos e infectados sería menor. Incluso el mandatario michoacano le propuso al exdirigente magisterial que lo culpara a él de las decisiones impopulares para mitigar la pandemia en Morelia: “Raúl échanos la culpa cuando te digan que son severas las medidas, diles que la secretaria de Salud es muy estricta”, le dijo el gobernador en la sesión extraordinaria del Comité de Salud Municipal de Morelia celebrada el 9 de septiembre.
Ahí quedarán las imágenes de los bares y cantinas llenos, sin respetar ningún tipo de recomendación sanitaria y los cementerios cerrados; los asistentes que llenaron los bares sin cubrebocas, en aforos sin ventilación y las escuelas sin estudiantes; la simulación en pleno que, sin embargo, ha pasado ya la factura al país.
No obstante no ha habido ni habrá un mea culpa por parte de las autoridades municipales o estatales que han preferido el silencio y el señalar como único culpable al Gobierno Federal de todos sus gazapos y complicidades. Culpar al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, siempre será más fácil que asumir nuestra responsabilidad por permitir que en plena pandemia se permitieran las “fiestas”.
¿Descarte de Roberto Pantoja?
Este fin de semana también se cumplió el plazo para que los aspirantes a ocupar una candidatura por MORENA se separaran de sus cargos, tal como lo pidió expresamente el Presidente de la República. Hasta la entrega de esta colaboración, sólo se tenía el registro de ocho “súper delegados” federales que habían renunciado por tal motivo: Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Guerrero, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Tlaxcala, con lo cual se cerraría la oportunidad a Roberto Pantoja Arzola para buscar el Solio de Ocampo y de quien el exdirigente del PRD en la entidad, Juan Bernardo Corona preguntara “¿Cómo se llama?.
En caso de permanecer en su puesto, comenzará el descarte de aspirantes y el cierre de filas con quien será la o el abanderado de Morena al Gobierno de Michoacán.
