Cuando sientes temor de tomarte un café al medio día en una plaza comercial ubicada en una zona universitaria o ir a comer a un restorán localizado a unos pasos de una de las principales avenidas de la ciudad o cancelar tu cita del fin de semana porque tu bar favorito, situado en la zona de mayor plusvalía de la ciudad está hecho cenizas, entonces estamos ante un problema grave, no solo de percepción sino de inseguridad real, tangible, inmune a las estadísticas.
Como en el cuento de Gabriel García Márquez, los habitantes de la ciudad tienen la sensación de que algo malo va a ocurrir. Tantos “hechos aislados”, tantas agresiones “inexplicables”, han generado una sensación de inseguridad que difícilmente cambiará solo porque el gobierno diga que estamos mejor que durante la pasada administración.
Aunque en esta ocasión, hay que reconocerlo, el gobierno no miente cuando afirma que han disminuido los homicidios. Con cifras irrefutables, muestra que existe una mejora en alguno de los indicadores más importantes en materia de seguridad. Con base en las cifras del SESNSP existe una reducción del 40% en el número de homicidios durante el primer trimestre del 2023 en comparación con el mismo periodo del 2022.
Pero también tiene razón la población que se siente insegura y critica el modelo de seguridad. La disminución en el numero de homicidios es insuficiente para afirmar que vivimos en un país o un estado seguro. Ahí están las estadísticas y los comparativos internacionales que colocan a varias ciudades michoacanas entre las más violentas y peligrosas del mundo; ahí están las cifras que colocan al país como uno de lo más peligrosos para las mujeres, los periodistas, los defensores de derechos humanos, etc.
Es incongruente afirmar que vamos por el camino correcto si el principal generador de violencia en el país está intacto; es absurdo pensar que Michoacán es un estado seguro cuando operan una decena de organizaciones criminales y los niveles de corrupción e impunidad superan el 90 por ciento. Se han logrado avances, es cierto, pero estamos muy lejos, verdaderamente lejos, de vivir en armonía y no, la llamada Pax Narca, no cuenta.
STASPE
A pesar de que la relación entre el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo y el Gobierno no era la mejor al inicio de la actual administración, poco a poco han ido alcanzándose los acuerdos necesarios para evitar paros y, en este caso, conjurar la huelga programada para este lunes 17 de abril.
Solo faltaba afinar los detalles de la propuesta para que quede en el 5 por ciento de incremento al sueldo base y el 4 por ciento a compensación homologada, además de 30 millones de pesos para prestaciones y mantener los 10 mil pesos para uniformes.
Una palomita para el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, luego del resbalón sufrido por la forma en que trató el homicidio del ambientalista Eustacio Alcalá. Y otra victoria para el secretario de Finanzas y Administración, Luis Navarro, que se está convirtiendo, por mucho, en el mejor colaborador del gobernador.
PRD se desmorona
Silvano Aureoles no solamente dejó un estado sostenido con alfileres, sino un partido convertido en un cascarón que cada día que pasa se desmorona más. Es cierto que muchos de los militantes “distinguidos” que abandonan el barco ahora que se está hundiendo son impresentables, pero esto no les resta que en su momento fueron dirigentes, diputados y senadores del partido.
Será interesante conocer el futuro de los experredistas, sobre todo del ex presidente del CEE, ex senador y ex diputado, Antonio Soto Sánchez. Algunos columnistas lo colocan ya como colaborador del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla. Pero los morenistas no deberían olvidar sus posicionamientos duros contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación.
Tan solo basta recordar las críticas al gobierno por la “militarización” del país; sus señalamientos contra los “recortes de recursos federales” a Michoacán, su crítica al “modelo que apuesta al centralismo, al autoritarismo y al totalitarismo”, a la política energética que no ha bajado el precio de la gasolina y, en general, al proyecto de la 4T. Su postura se resume en uno de sus tuits: “Es tiempo de unirnos, de trabajar juntos para salvar a México del colapso en el que se encuentra debido a las decisiones erróneas que ha tomado el Gobierno Federal”.
Especialista en telecomunicaciones.
