/ martes 19 de enero de 2021

Morelia, fiel de la balanza

Durante dos décadas, Morelia dejó de ser la “joya de la corona” y un factor determinante para quien aspirara a ganar la gubernatura de Michoacán; esta situación puede cambiar y los votos que se obtengan en la capital del estado pueden ser determinantes para llegar al solio de Ocampo.

A pesar de que Morelia representa casi 20 por ciento de los votos emitidos durante los comicios estatales, no fue factor determinante para que en el pasado, Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel, ganaran la gubernatura de Michoacán en 2002 y 2008, respectivamente; gobernar Morelia significó más un trampolín para los alcaldes que un elemento diferencial para el partido; pero en unos comicios competidos, como ocurrió en 2012, los votos morelianos fueron factor decisivo para que Fausto Vallejo le ganara a Luisa María Calderón (traiciones partidistas aparte).

En los comicios del presente año, Morelia pude ser nuevamente el fiel de la balanza para quienes aspiren a ganar la gubernatura, siempre y cuando, se presente un voto razonado y diferenciado; de lo contrario, el voto en cascada beneficiará al partido oficialista Morena.

Pero si se presentara el fenómeno de que los simpatizantes y militantes del Partido Acción Nacional y seguidores de Alfonso Martínez votaran diferenciado y, al mismo tiempo, los priístas hicieran lo propio, es decir, apoyar a su abanderado (que probablemente pudiera ser Guillermo Valencia), la suma de esos sufragios, que puede superar los 100 mil votos, serían en favor del candidato de la alianza “Va por México”, Carlos Herrera Tello.

Las estadísticas muestran que los triunfos de la izquierda en la capital michoacana han sido coyunturales: Samuel Maldonado Bautista (1989-1992) ganó los comicios locales luego del surgimiento del PRD y de la ola de simpatías que había despertado el movimiento impulsado por Cuauhtémoc Cárdenas; después de 30 años no volvieron a ganar la capital michoacana, ni siquiera cuando ganaros los comicios estatales. Experiencia similar ocurrió en el triunfo de Raúl Morón con Morena, éxito atribuido totalmente al arrastre de la figura de Andrés Manuel López Obrador, de lo contrario, jamás hubiera tenido la oportunidad de ganar dicha contienda.

Hoy, después de 30 años, los morelianos se enfrentarán nuevamente a las boletas el domingo 6 de junio para decidir si, contrario a lo que establece la historia, refrendan su apoyo nuevamente a un candidato de la izquierda. Existen múltiples factores para afirmar que no y que la disputa estará de nueva cuenta entre los candidatos del PRI y PAN. En este sentido, Alfonso Martínez partiría como favorito pero deberá enfrentar la molestia de algunos grupos panistas que vieron a su candidatura como una imposición irrespetuosa, especialmente luego de sus expresiones contra el albiazul.

Además está pendiente conocer si aspirantes como Miguel Ángel Villegas, quien trabajó durante años para conseguir la candidatura del PAN a la alcaldía moreliana, encabezará la propuesta de Fuerza por México a la capital michoacana, partido que postulará a Cristóbal Arias Solís como candidato al gobierno de Michoacán. Estas fórmulas podrían verse fortalecidas con el respaldo de Fausto Vallejo, aunque dependerá de si aceptan sus condiciones, que podrían ser una candidatura para su hijo.

Las ventajas que llevaron al exlíder de la CNTE a ganar los comicios de 2018 en Morelia ya no estarán presentes en el 2021 para el candidato que postule Morena: no estará Andrés Manuel López Obrador en las boletas ni contará, seguramente, con el beneficio de la duda; el triunfo apretado que obtuvo Raúl Morón ante un candidato “independiente” fue circunstancial y difícilmente se repetirá, por lo que deberá centrar sus esfuerzos en otras regiones del estado. Así, Morelia, puede convertirse nuevamente en un factor determinante para el candidato que aspire llegar al solio de Ocampo.

Durante dos décadas, Morelia dejó de ser la “joya de la corona” y un factor determinante para quien aspirara a ganar la gubernatura de Michoacán; esta situación puede cambiar y los votos que se obtengan en la capital del estado pueden ser determinantes para llegar al solio de Ocampo.

A pesar de que Morelia representa casi 20 por ciento de los votos emitidos durante los comicios estatales, no fue factor determinante para que en el pasado, Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel, ganaran la gubernatura de Michoacán en 2002 y 2008, respectivamente; gobernar Morelia significó más un trampolín para los alcaldes que un elemento diferencial para el partido; pero en unos comicios competidos, como ocurrió en 2012, los votos morelianos fueron factor decisivo para que Fausto Vallejo le ganara a Luisa María Calderón (traiciones partidistas aparte).

En los comicios del presente año, Morelia pude ser nuevamente el fiel de la balanza para quienes aspiren a ganar la gubernatura, siempre y cuando, se presente un voto razonado y diferenciado; de lo contrario, el voto en cascada beneficiará al partido oficialista Morena.

Pero si se presentara el fenómeno de que los simpatizantes y militantes del Partido Acción Nacional y seguidores de Alfonso Martínez votaran diferenciado y, al mismo tiempo, los priístas hicieran lo propio, es decir, apoyar a su abanderado (que probablemente pudiera ser Guillermo Valencia), la suma de esos sufragios, que puede superar los 100 mil votos, serían en favor del candidato de la alianza “Va por México”, Carlos Herrera Tello.

Las estadísticas muestran que los triunfos de la izquierda en la capital michoacana han sido coyunturales: Samuel Maldonado Bautista (1989-1992) ganó los comicios locales luego del surgimiento del PRD y de la ola de simpatías que había despertado el movimiento impulsado por Cuauhtémoc Cárdenas; después de 30 años no volvieron a ganar la capital michoacana, ni siquiera cuando ganaros los comicios estatales. Experiencia similar ocurrió en el triunfo de Raúl Morón con Morena, éxito atribuido totalmente al arrastre de la figura de Andrés Manuel López Obrador, de lo contrario, jamás hubiera tenido la oportunidad de ganar dicha contienda.

Hoy, después de 30 años, los morelianos se enfrentarán nuevamente a las boletas el domingo 6 de junio para decidir si, contrario a lo que establece la historia, refrendan su apoyo nuevamente a un candidato de la izquierda. Existen múltiples factores para afirmar que no y que la disputa estará de nueva cuenta entre los candidatos del PRI y PAN. En este sentido, Alfonso Martínez partiría como favorito pero deberá enfrentar la molestia de algunos grupos panistas que vieron a su candidatura como una imposición irrespetuosa, especialmente luego de sus expresiones contra el albiazul.

Además está pendiente conocer si aspirantes como Miguel Ángel Villegas, quien trabajó durante años para conseguir la candidatura del PAN a la alcaldía moreliana, encabezará la propuesta de Fuerza por México a la capital michoacana, partido que postulará a Cristóbal Arias Solís como candidato al gobierno de Michoacán. Estas fórmulas podrían verse fortalecidas con el respaldo de Fausto Vallejo, aunque dependerá de si aceptan sus condiciones, que podrían ser una candidatura para su hijo.

Las ventajas que llevaron al exlíder de la CNTE a ganar los comicios de 2018 en Morelia ya no estarán presentes en el 2021 para el candidato que postule Morena: no estará Andrés Manuel López Obrador en las boletas ni contará, seguramente, con el beneficio de la duda; el triunfo apretado que obtuvo Raúl Morón ante un candidato “independiente” fue circunstancial y difícilmente se repetirá, por lo que deberá centrar sus esfuerzos en otras regiones del estado. Así, Morelia, puede convertirse nuevamente en un factor determinante para el candidato que aspire llegar al solio de Ocampo.