/ lunes 24 de abril de 2023

Conoce la historia de Snuppy, el primer perro clonado en la historia

El perrito nació el 24 de abril de 2005, en un laboratorio de Corea del Sur

Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- Un día como hoy, pero en 2005, nació Snuppy en un laboratorio de Corea del Sur, el primer perro clonado de la historia, y que protagonizó un escándalo en el gremio científico.

Hace 18 años, la Universidad Nacional de Seúl dio a conocer el éxito que tuvieron en su proyecto. El nombre viene de la sigla de la institución SNU, en inglés, y puppy que significa cachorro.

Antes de Snuupy, clonaron mediante la técnica de transferencia nuclear de células somáticas (TNCS) a otros animales mamíferos, tal como la recordada oveja Dolly, el gato CopyCat, vacas, ratones, cabras y otros, pero ¿por qué hasta ese entonces no habían conseguido con los perros?

Foto: Seoul National University

La técnica antes mencionada consiste en transferir material genético del núcleo de una cédula madre adulta donante a un óvulo cuyo núcleo ha sido eliminado de manera previa. El óvulo restante, que tiene el ADN de la célula donante, se trata con productos químicos o corriente eléctrica para estimular la división celular y formar un embrión. Cuando llega a una fase adecuada, se deposita en el útero de una madre subrogante, donde se sigue desarrollándose hasta su nacimiento.

De acuerdo al artículo científico Dogs cloned from adult somatic cells, publicado en 2005, señala que con los canes no funcionaba la clonación debido a la dificultad de madurar los ovocitos caninos in vitro.

El veterinario coreano Hwang Woo Suk, profesor de la SNU, y su equipo trabajaron arduamente para obtener el objetivo. Tuvieron que implantar más de mil embriones clonados en 123 vientres de alquiler, y solo se consiguieron tres embarazos, y solo Snuppy sobrevivió.

En cuanto a los otros dos intentos, el primero sufrió un aborto espontáneo y el otro, que nació luego del protagonista de la historia, terminó muriendo a los 22 días de nacido por una neumonía.

Sobre Snuppy, los investigadores tomaron una cédula madre adulta de la oreja de un ejemplar macho adulto de lebrel afgano o perro de Afganistán y lo colocaron en el óvulo sin núcleo de un ejemplar hembra. Después ese óvulo reconstruido se depositó en el vientre de una perra labradora, y a los 60 días de gestación, nació por cesárea.

Woo Suk afirmó en dos artículos publicados en la revista Science en 2004 y 2005, que había creado células madre embrionarias humanas por clonación, y según la BBC, fue considerado como un avance científico importante para la búsqueda de curas de varias enfermedades degenerativas.

Mientras la revista TIME, declaró a Snuupy como la invención del año, y el veterinario coreano se estaba convirtiendo en alguien importante, y en su ciudad natal lo llamaban el “Pride of Korea”, orgullo de Corea, sin embargo, su prestigio pronto terminó.

Foto: Seoul National University

En noviembre de 2005, admitió que su equipo de la universidad utilizó óvulos donados por dos cientificas jr., del mismo laboratorio y que obtuvo óvulos del mercado negro.

Poco después, un panel de miembros de la Universidad Nacional de Seúl examinó el trabajo del coreano, y determinó que sus experimentos con embriones humanos eran fraudulentos, ya que no existían pruebas par mostrar que fueron creadas células madres embrionarias clonadas.

Con este escándalo por sus mentiras y violación a la ética, puso en duda lo de Snuppy, y al final de una investigación interna de la misma institución, se comprobó gracias a un examen de ADN que Snuppy efectivamente era un clon.

La institución despidió al científico, y fue sentenciado a un año y medio de prisión por malversación de fondos y violación a la bioética, en 2014. Lo último que se supo es que se encontraba trabajando en un laboratorio privado que clona perros fallecidos, a petición de los dueños.

Snuupy se quedó un tiempo en el campus de la Universidad. En 2008, usaron esperma del can para inseminar artificialmente a dos hembras también clonadas, y de ahí nacieron 10 cachorros, y solo nueve sobrevivieron.

Foto: Seoul National University

En 2015, Snuppy falleció a los 10 años debido a un cáncer. Tai, el lebrel afgano que donó sus células madres murió a los 12, víctima de otro cáncer. El promedio de vida de la raza es de casi 12 años.

Para el 2017, se anunció el paper científico Brith of clones of the world’s first cloned dog, en donde se clonó cuatro ejemplares con material genético de Snuupy.

Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- Un día como hoy, pero en 2005, nació Snuppy en un laboratorio de Corea del Sur, el primer perro clonado de la historia, y que protagonizó un escándalo en el gremio científico.

Hace 18 años, la Universidad Nacional de Seúl dio a conocer el éxito que tuvieron en su proyecto. El nombre viene de la sigla de la institución SNU, en inglés, y puppy que significa cachorro.

Antes de Snuupy, clonaron mediante la técnica de transferencia nuclear de células somáticas (TNCS) a otros animales mamíferos, tal como la recordada oveja Dolly, el gato CopyCat, vacas, ratones, cabras y otros, pero ¿por qué hasta ese entonces no habían conseguido con los perros?

Foto: Seoul National University

La técnica antes mencionada consiste en transferir material genético del núcleo de una cédula madre adulta donante a un óvulo cuyo núcleo ha sido eliminado de manera previa. El óvulo restante, que tiene el ADN de la célula donante, se trata con productos químicos o corriente eléctrica para estimular la división celular y formar un embrión. Cuando llega a una fase adecuada, se deposita en el útero de una madre subrogante, donde se sigue desarrollándose hasta su nacimiento.

De acuerdo al artículo científico Dogs cloned from adult somatic cells, publicado en 2005, señala que con los canes no funcionaba la clonación debido a la dificultad de madurar los ovocitos caninos in vitro.

El veterinario coreano Hwang Woo Suk, profesor de la SNU, y su equipo trabajaron arduamente para obtener el objetivo. Tuvieron que implantar más de mil embriones clonados en 123 vientres de alquiler, y solo se consiguieron tres embarazos, y solo Snuppy sobrevivió.

En cuanto a los otros dos intentos, el primero sufrió un aborto espontáneo y el otro, que nació luego del protagonista de la historia, terminó muriendo a los 22 días de nacido por una neumonía.

Sobre Snuppy, los investigadores tomaron una cédula madre adulta de la oreja de un ejemplar macho adulto de lebrel afgano o perro de Afganistán y lo colocaron en el óvulo sin núcleo de un ejemplar hembra. Después ese óvulo reconstruido se depositó en el vientre de una perra labradora, y a los 60 días de gestación, nació por cesárea.

Woo Suk afirmó en dos artículos publicados en la revista Science en 2004 y 2005, que había creado células madre embrionarias humanas por clonación, y según la BBC, fue considerado como un avance científico importante para la búsqueda de curas de varias enfermedades degenerativas.

Mientras la revista TIME, declaró a Snuupy como la invención del año, y el veterinario coreano se estaba convirtiendo en alguien importante, y en su ciudad natal lo llamaban el “Pride of Korea”, orgullo de Corea, sin embargo, su prestigio pronto terminó.

Foto: Seoul National University

En noviembre de 2005, admitió que su equipo de la universidad utilizó óvulos donados por dos cientificas jr., del mismo laboratorio y que obtuvo óvulos del mercado negro.

Poco después, un panel de miembros de la Universidad Nacional de Seúl examinó el trabajo del coreano, y determinó que sus experimentos con embriones humanos eran fraudulentos, ya que no existían pruebas par mostrar que fueron creadas células madres embrionarias clonadas.

Con este escándalo por sus mentiras y violación a la ética, puso en duda lo de Snuppy, y al final de una investigación interna de la misma institución, se comprobó gracias a un examen de ADN que Snuppy efectivamente era un clon.

La institución despidió al científico, y fue sentenciado a un año y medio de prisión por malversación de fondos y violación a la bioética, en 2014. Lo último que se supo es que se encontraba trabajando en un laboratorio privado que clona perros fallecidos, a petición de los dueños.

Snuupy se quedó un tiempo en el campus de la Universidad. En 2008, usaron esperma del can para inseminar artificialmente a dos hembras también clonadas, y de ahí nacieron 10 cachorros, y solo nueve sobrevivieron.

Foto: Seoul National University

En 2015, Snuppy falleció a los 10 años debido a un cáncer. Tai, el lebrel afgano que donó sus células madres murió a los 12, víctima de otro cáncer. El promedio de vida de la raza es de casi 12 años.

Para el 2017, se anunció el paper científico Brith of clones of the world’s first cloned dog, en donde se clonó cuatro ejemplares con material genético de Snuupy.

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