Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Más allá de los superhéroes y las muñecas de origen anglosajón, el cine también tiene historias construidas desde México, relatos que necesitan espacios para llegar a las personas y es por ello que el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) creó Cine para Todxs, una serie de ciclos que se desarrollan en este agosto en diferentes espacios en el país, siendo que la capital michoacana no fue excepción.
El lugar donde el Festival buscó espacio fue el teatro Matamoros, donde cada miércoles de este mes se proyectan largometrajes y cortometrajes de diferentes cineastas nacionales. Sobre esta iniciativa nos habló Pablo Baksht Segovia, que es el coordinador del programa FICM presenta, del que depende el ciclo Cine para Todxs.
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Él comentó que el criterio con que se arma la programación de cada ciclo es que contenga películas realizadas por cineastas de México que hayan estado dentro del FICM y/o que las películas hayan sido parte del FICM.
Pero es que, además, no se trata de un proyecto nuevo, pues como lo contó Baksht Segovia “lo iniciamos durante la pandemia, tiene apoyo del gobierno federal, con un estímulo fiscal que se llama Eficine y este 2023 tiene respaldo de un subsidio gubernamental llamado Focine, que es para organizar funciones de cine mexicano”.
La cuestión con Cine para Todxs fue, aseguró Baksht Segovia “durante la pandemia lo que queríamos era ayudar a los espacios comunitarios de exhibición a que sobrevivieran, entonces lo que hicimos fue conseguir dinero y repartirlo entre estos foros, les pagamos para que organizaran la función e hicieran la publicidad local y además pagamos por los derechos de las películas”.
Pablo Baksht Segovia, que también es cineasta y tiene raíces bielorrusas y michoacanas, agregó que una vez terminada la pandemia “nuestro reto ha sido el de hacer que la gente regrese al cine y a estos espacios comunitarios”.
Anotó que este año es la cuarta ocasión en que realizan el ciclo Cine para Todxs pero es la primera ocasión en que se realiza en el Teatro Matamoros, porque anteriormente, dijo “lo hacíamos en Morelia con Ojo Libre, proyecto coordinado por Virginia Rico; pero luego de que quedó terminado el teatro, nos pareció un reto maravilloso el tratar de llenarlo, con funciones gratuitas de películas que han estado en el Festival”.
En este punto es necesario anotar que Baksht Segovia habla de ciclos, así en plural, porque Cine para Todxs se está realizando este mes en diferentes comunidades del país. Entonces, además de Morelia hay proyecciones en el Teatro Emperador Caltzontzin de Pátzcuaro y espacios en Chenalhó, Chiapas; San Miguel de Allende, Guanajuato; Torreón, Coahuila; además de Playa del Carmen, Quintana Roo.
Pero la cartelera de cada una es distinta. Baksht Segovia explicó por qué es así: “el perfil de películas que busca el Festival son con temas que hagan reflexionar sobre la existencia humana, nuestro entorno y que tengan valores artísticos; entonces, en los 21 años que llevamos tenemos una lista de 800 largometrajes y esa lista se la pasamos a las sedes que van a participar y en este año tenemos seis”.
Por tanto, cada sede escogió las películas que querían mostrar para sus comunidades “y esas son las que estamos exhibiendo en este ciclo, les quedó muy bien la programación en cada espacio”.
En Morelia, las películas de las tres semanas que quedan de agosto son las siguientes: el 16 de agosto estará el cortometraje Ironía, seguido por el largometraje Veneno para las Hadas; la jornada continuará con el corto La melodía torrencial y con el largo Macario.
El 23 de agosto, la tarde de cine comenzará con un trabajo de la cineasta María Sojob, a este le seguirá el documental Mamá; luego será proyectado el corto La ciudad y después la película Roma.
La tarde final será el 30 de agosto, con una cartelera que comenzará con el corto Las plantas también mueren, seguida por la película animada Ana y Bruno, el cortometraje The things I tell you y el largometraje Las niñas bien. Todas son con entrada libre y las funciones comienzan desde las 16:30 horas.