Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- Tony Blair fue primer ministro de Reino Unido en 1997, en donde consiguió que el Partido Laborista tuviera una gran victoria en la historia en las elecciones generales.
En su mandato consiguió mucha popularidad que muy pocos gobernantes habían viso antes, y logró que el laborismo tuviera tres triunfos electorales consecutivos para estar al frente del gobierno durante 10 años.
Blair fue recibido fervorosamente más allá de las fronteras de su país. En América Latina fue impulsor del concepto de la Tercera Vía, en donde algunos líderes le abrieron las puertas como Brasil, Chile, Uruguay y Colombia.
Sin embargo, Blair goza una de las más bajas estimaciones que ha tenido un exgobernante británico, tanto en su partido como en el país.
Después de su controvertido gobierno que culminó en mayo de 2007, Blair se ganó un postgobierno aún más polémico.
Muchos dentro del partido Laborista lo vilipendian y cada vez cuenta con menos seguidores entre la nueva generación de parlamentarios que rechazan tanto a Blair como la forma en que trató de quitar los elementos de izquierda en el partido.
El cumplimiento de su agenda de reformas moderada tuvo muchos impedimentos durante muchos años, debido a la antipatía de su ministro de Hacienda, Gordon Brown, quien solo deseaba que renunciara para así ocupar el lugar.
Esta lucha se dio durante la década de 1997 a 2007, entre los “Blairistas” y los “Brownistas”. Sin embargo, muchos simpatizantes laboristas no pudieron perdonar a estos dos por permitir que la acrimonia personal destruyera la oportunidad de una generación para avanzar en la causa de la clase trabajadora.
Blair comenzó a tener mucho apoyo tanto de la derecha como de la izquierda, aunque su fracaso para controlar la inmigración, ocasionó la ira de la derecha.
La política exterior de Blair fue la mayor polémica de su gobierno, en donde hubo huelgas en Londres y en todo el país.
La manera en que se tomó la decisión sobre la invasión a Irak en marzo de 2003 fue sumamente comentada, incluyendo la pregunta de que si había engañado al país al presentar su caso para involucrar a los militares británicos.
Tal vez se le hubiera perdonado si la invasión dirigida por Estados Unidos hubiera tenido éxito, pero su fracaso para lograr la paz en Irak terminó a muchos años de recriminaciones.
Al término de su gobierno en 2007, no pudo terminar con los problemas, por lo que comenzó su postgobierno: lanzó una propuesta ambiciosa, fue un enviado para Medio Oriente de la ONU y trabajo para llevar la paz al conflicto árabe-israelí.