/ jueves 24 de febrero de 2022

Corporeizar la matria

Por Iris Navarro Romero

Si algo causa escandalo es la profanación de lo sagrado y ¿qué es más profanable que los símbolos patrios? Y ¿a qué se refieren con patria?

Si nos vamos al significado etimológico de la palabra, nos encontramos con que proviene del latín que significa propiamente ‘país del padre’, de donde ‘tierra natal’, derivado de pater, patris, es la referencia a la propia tierra del nacimiento y el sentimiento, tierra natal o adoptiva ordenada como nación. Entonces las mujeres en un sentido de pertenencia estamos fuera, en este lugar-espacio territorio, estos símbolos culturales nos marginan por lo que distintas autoras reincorporaron el término Matria el cual ha sido utilizado por escritoras como, Julia Kristeva, Virginia Woolf, María Zambrano entre otras y representa la reconstrucción del término Patria.

Yolanda Díaz (Vicepresidenta segunda del Gobierno de España) ha generado una gran discusión proponiendo dejar atrás la palabra “patria” y sustituirla por “matria”. "La matria es algo que cuida, que trata por igual a todas las partes. Que le da territorialmente más al que es más desigual, que le da menos al que hay que darle menos", aludiendo a que la Patria discrimina y es insolidaria.

La filósofa Victoria Sendón de León, en su libro del mismo nombre y desde una perspectiva feminista, lo identifica con una relectura posible de viejos conceptos como identidad, raza, lengua, religión, tradición o sexo.

Julia Kristeva, identifica este término con "otro espacio" que no tiene que ver con la tierra de nacimiento, ni con la legitimación de cualquier Estado, sino con un lugar interior en el que crear un "cuarto propio".

Ya lo escribió Virginia Woolf, la intelectual reclamante de Un cuarto propio: “Como mujer, no tengo patria”.

La filósofa francesa feminista Julia Kristeva relaciona la matria con “otro espacio” que nada tiene que ver con la tierra en la que se nace ni con la legitimación de un Estado, sino más bien con encontrar ese “cuarto propio” del que hablaba Virginia Woolf; ese lugar de creación e independencia, esa isla donde encontrarse y poder ser uno mismo, sin presiones sociales. En realidad, “matria”, a la postre, señala que la base de la nación es la mujer. La mujer late en las estructuras del país. En “patria”, es el hombre el protagonista.

Matria alude a una deconstrucción del término “patria”, una revisión feminista del concepto que clásicamente se ha referido a la “tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos” y al “lugar, ciudad o país en que se ha nacido”. La “madre tierra”, desde las deidades antiguas representadas en el Paleolítico.

María Zambrano al aludir al termino habla de una nueva forma de estar en el mundo, un sentir originario, donde el cuerpo es un puente entre nuestro ser y el universo, es la recuperación del alma como experiencia poética. “Sí, perdí a mi padre, perdí la patria, pero me quedó la madre, la matria, la hermana, los hermanos. Me quedó todo, y hasta mi padre, que sentí que iba con nosotros. Pero ¡qué alegría, padre, que tú no tengas que sufrir los avatares del exilio!”.

Con la “matria”, se busca una resignificación de un sentido de pertenencia, que alude no solo a una forma sino a una rebeldía, a contraposición de la famosa frase “Patria o muerte”. Matria alude “al ser vida”.

Por Iris Navarro Romero

Si algo causa escandalo es la profanación de lo sagrado y ¿qué es más profanable que los símbolos patrios? Y ¿a qué se refieren con patria?

Si nos vamos al significado etimológico de la palabra, nos encontramos con que proviene del latín que significa propiamente ‘país del padre’, de donde ‘tierra natal’, derivado de pater, patris, es la referencia a la propia tierra del nacimiento y el sentimiento, tierra natal o adoptiva ordenada como nación. Entonces las mujeres en un sentido de pertenencia estamos fuera, en este lugar-espacio territorio, estos símbolos culturales nos marginan por lo que distintas autoras reincorporaron el término Matria el cual ha sido utilizado por escritoras como, Julia Kristeva, Virginia Woolf, María Zambrano entre otras y representa la reconstrucción del término Patria.

Yolanda Díaz (Vicepresidenta segunda del Gobierno de España) ha generado una gran discusión proponiendo dejar atrás la palabra “patria” y sustituirla por “matria”. "La matria es algo que cuida, que trata por igual a todas las partes. Que le da territorialmente más al que es más desigual, que le da menos al que hay que darle menos", aludiendo a que la Patria discrimina y es insolidaria.

La filósofa Victoria Sendón de León, en su libro del mismo nombre y desde una perspectiva feminista, lo identifica con una relectura posible de viejos conceptos como identidad, raza, lengua, religión, tradición o sexo.

Julia Kristeva, identifica este término con "otro espacio" que no tiene que ver con la tierra de nacimiento, ni con la legitimación de cualquier Estado, sino con un lugar interior en el que crear un "cuarto propio".

Ya lo escribió Virginia Woolf, la intelectual reclamante de Un cuarto propio: “Como mujer, no tengo patria”.

La filósofa francesa feminista Julia Kristeva relaciona la matria con “otro espacio” que nada tiene que ver con la tierra en la que se nace ni con la legitimación de un Estado, sino más bien con encontrar ese “cuarto propio” del que hablaba Virginia Woolf; ese lugar de creación e independencia, esa isla donde encontrarse y poder ser uno mismo, sin presiones sociales. En realidad, “matria”, a la postre, señala que la base de la nación es la mujer. La mujer late en las estructuras del país. En “patria”, es el hombre el protagonista.

Matria alude a una deconstrucción del término “patria”, una revisión feminista del concepto que clásicamente se ha referido a la “tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos” y al “lugar, ciudad o país en que se ha nacido”. La “madre tierra”, desde las deidades antiguas representadas en el Paleolítico.

María Zambrano al aludir al termino habla de una nueva forma de estar en el mundo, un sentir originario, donde el cuerpo es un puente entre nuestro ser y el universo, es la recuperación del alma como experiencia poética. “Sí, perdí a mi padre, perdí la patria, pero me quedó la madre, la matria, la hermana, los hermanos. Me quedó todo, y hasta mi padre, que sentí que iba con nosotros. Pero ¡qué alegría, padre, que tú no tengas que sufrir los avatares del exilio!”.

Con la “matria”, se busca una resignificación de un sentido de pertenencia, que alude no solo a una forma sino a una rebeldía, a contraposición de la famosa frase “Patria o muerte”. Matria alude “al ser vida”.