/ viernes 22 de julio de 2022

La mujer en las ciencias forenses

Por Diana Enciso Ávila

¿Qué son las ciencias forenses? Las ciencias forenses son todas aquellas que tienen su aplicación en el sistema legal, cuyo objetivo se consigue por medio de la toma de evidencias, gestión de pruebas e interpretación de datos, y de esa forma realizar informes claros y concisos y así aportar información que sea el medio de soporte crucial tanto para la defensa como para los argumentos de la fiscalía.

Las ciencias forenses consisten en una división de múltiples disciplinas, y es de las más complicadas y maravillosas que hay. Es una búsqueda incansable de lo que difícilmente encontramos a simple vista, es trabajar día con día con cuestiones opuestas a nuestras creencias en la búsqueda de la verdad, puesto que tenemos que recordar que nuestra labor no es nada mas allá que esto mismo, no somos ni seremos verdugos ni jueces, y por ende no debemos tomar parte.

Como mujeres nos hemos dado cuenta de que podemos hacer mucho más de lo que los estereotipos nos permiten soñar, y creo que hay muchas mujeres científicas aun por ser descubiertas y vernos en la posibilidad de experimentar este mundo tan fascinante que necesita más visibilidad y apoyo.

Ser mujer “en tierra de hombres” es una tarea complicada. Se nos exige vernos y expresarnos de cierta manera, sin mencionar el hecho de que es imposible cumplir con las “actividades en casa” que se espera que cumplamos, y ser profesionista al mismo tiempo.

No es secreto que como mujeres nos exponemos más a la crítica social sobre el rol que la sociedad nos ha adoctrinado a adoptar, y con ello la responsabilidad de ser mejores y estar mejor preparadas para poder demostrar nuestro valor, puesto que, si bien esto es importante para desarrollo personal, se vive bajo un constante miedo al rechazo, a “no sentirnos lo suficientemente capaces” y a estar bajo un microscopio todo el tiempo que vigile cada uno de nuestros movimientos y toma de decisiones.

En México existe actualmente una crisis forense al no haber plazas de trabajo que ayuden a profundizar en los problemas sociales a los que las y los criminólogos, criminalistas y peritos nos enfrentamos día con día. Existen cada vez más cuerpos sin identificarse, más homicidios y feminicidios que se presentan por día que rebasan al personal de las morgues.

Son 38 mil 981 los cuerpos que han pasado por alguno de los Servicios Médicos Forenses (SEMEFO) del país, entre 2006 y 2019, y que siguen sin ser identificados. Alrededor de 2 mil 600 especialistas enfrentan diariamente la llegada de ininterrumpida de nuevos cuerpos. En Michoacán existen aproximadamente 196 peritos mientras que en Jalisco, un estado con 1.7 veces mayor población, apenas, 49 peritos calificados para dichas circunstancias. Claro es el ejemplo de los “Tráilers de la muerte” en Jalisco, que al verse rebasada la capacidad actual que existe en SEMEFO y la nula creación de espacios para este fin, tuvieron que crearse métodos “aceptables” para poder tomar cartas sobre el asunto.

Viviendo en un país en donde la impunidad es el pan de cada día, es completamente difícil para nosotras las mujeres mirar de primera mano a nuestras compañeras víctimas de violencia y feminicidios.

Ser mujer en las ciencias forenses hace que abramos los ojos de manera inmediata a todo lo que podemos lograr “siendo mujeres en tierra de hombres”. Somos seres valientes y fuertes con el corazón abierto a la búsqueda de la verdad y de la justicia, y no permitiremos que nos digan lo contrario.

Yo les diría a las mujeres de hoy en día que no tengan miedo de luchar por lo que hoy ellas quieran y que utilicen siempre la educación como la mejor herramienta que tendrán para su desarrollo personal y profesional.

Por Diana Enciso Ávila

¿Qué son las ciencias forenses? Las ciencias forenses son todas aquellas que tienen su aplicación en el sistema legal, cuyo objetivo se consigue por medio de la toma de evidencias, gestión de pruebas e interpretación de datos, y de esa forma realizar informes claros y concisos y así aportar información que sea el medio de soporte crucial tanto para la defensa como para los argumentos de la fiscalía.

Las ciencias forenses consisten en una división de múltiples disciplinas, y es de las más complicadas y maravillosas que hay. Es una búsqueda incansable de lo que difícilmente encontramos a simple vista, es trabajar día con día con cuestiones opuestas a nuestras creencias en la búsqueda de la verdad, puesto que tenemos que recordar que nuestra labor no es nada mas allá que esto mismo, no somos ni seremos verdugos ni jueces, y por ende no debemos tomar parte.

Como mujeres nos hemos dado cuenta de que podemos hacer mucho más de lo que los estereotipos nos permiten soñar, y creo que hay muchas mujeres científicas aun por ser descubiertas y vernos en la posibilidad de experimentar este mundo tan fascinante que necesita más visibilidad y apoyo.

Ser mujer “en tierra de hombres” es una tarea complicada. Se nos exige vernos y expresarnos de cierta manera, sin mencionar el hecho de que es imposible cumplir con las “actividades en casa” que se espera que cumplamos, y ser profesionista al mismo tiempo.

No es secreto que como mujeres nos exponemos más a la crítica social sobre el rol que la sociedad nos ha adoctrinado a adoptar, y con ello la responsabilidad de ser mejores y estar mejor preparadas para poder demostrar nuestro valor, puesto que, si bien esto es importante para desarrollo personal, se vive bajo un constante miedo al rechazo, a “no sentirnos lo suficientemente capaces” y a estar bajo un microscopio todo el tiempo que vigile cada uno de nuestros movimientos y toma de decisiones.

En México existe actualmente una crisis forense al no haber plazas de trabajo que ayuden a profundizar en los problemas sociales a los que las y los criminólogos, criminalistas y peritos nos enfrentamos día con día. Existen cada vez más cuerpos sin identificarse, más homicidios y feminicidios que se presentan por día que rebasan al personal de las morgues.

Son 38 mil 981 los cuerpos que han pasado por alguno de los Servicios Médicos Forenses (SEMEFO) del país, entre 2006 y 2019, y que siguen sin ser identificados. Alrededor de 2 mil 600 especialistas enfrentan diariamente la llegada de ininterrumpida de nuevos cuerpos. En Michoacán existen aproximadamente 196 peritos mientras que en Jalisco, un estado con 1.7 veces mayor población, apenas, 49 peritos calificados para dichas circunstancias. Claro es el ejemplo de los “Tráilers de la muerte” en Jalisco, que al verse rebasada la capacidad actual que existe en SEMEFO y la nula creación de espacios para este fin, tuvieron que crearse métodos “aceptables” para poder tomar cartas sobre el asunto.

Viviendo en un país en donde la impunidad es el pan de cada día, es completamente difícil para nosotras las mujeres mirar de primera mano a nuestras compañeras víctimas de violencia y feminicidios.

Ser mujer en las ciencias forenses hace que abramos los ojos de manera inmediata a todo lo que podemos lograr “siendo mujeres en tierra de hombres”. Somos seres valientes y fuertes con el corazón abierto a la búsqueda de la verdad y de la justicia, y no permitiremos que nos digan lo contrario.

Yo les diría a las mujeres de hoy en día que no tengan miedo de luchar por lo que hoy ellas quieran y que utilicen siempre la educación como la mejor herramienta que tendrán para su desarrollo personal y profesional.