/ viernes 28 de abril de 2023

La moda del turismo social

Hoy en día esta de moda hablar del turismo social y es una cuestión que fascina a más de un funcionario federal, pero antes se debe definir qué es y cuáles son los objetivos a lograr.

Primero que nada, este tipo de turismo es conocido como una opción que realiza la población con bajos ingresos y es por ellos, que los gobiernos buscan generar cierto tipo de políticas públicas que permitan involucrar a todos para que pueda disfrutar de unas vacaciones formidables.

Una vez definido este término y también recordando que al final a una persona según la Organización Mundial del Turismo (OMT) no se le puede definir como turista si no se hospeda y deja una derrama en un lugar.

Podemos analizar la política turística de la Ciudad de México, misma que se compone en este sentido por el programa “Colibrí Viajero” que surgió en 2022.

Y según cifras de la propia secretaría de turismo, durante el primer año, brindó asesorías a Colombia, Puerto Rico y ocho entidades de la República Mexicana, y estuvo entre los cuatro finalistas de los ISTO Awards 2022 superando la meta de personas beneficiarias con más de 350 mil participantes en dos mil 692 recorridos tradicionales, a pie, dramatizados y en autobús.

Ya que este programa se ha caracterizado por tener cuatro modalidades: recorridos tradicionales que incluyen transporte, guía de turistas y acceso a recintos; recorridos a pie que son visitas a sitios de interés turístico de la mano de un guía; recorridos dramatizados que se llevan a cabo con personajes históricos, y recorridos cortos en autobús con una duración máxima de 30 minutos que abarcan información importante de la Alameda Central, Chapultepec, Los Pinos, la Cuarta Sección del Bosque de Chapultepec y el Monumento a la Revolución.

Sí bien ayudan a la sociedad para que puedan vivir aquellas experiencias que viviría el turista tradicional nacional o internacional, no dejan de ser excursiones.

Es imperante también ver la posibilidad de que se puedan implementar más acciones para que se trate de llegar a un acuerdo con las empresas y lograr que todos aquellos que no gozan de grandes recursos económicos, puedan tener mayor viabilidad de generar unas vacaciones ideales.

Generando así, que no solo se puedan gozar de excursiones, sino también pensar en que se creen facilidades para poder generar ese hospedaje y derrama y a su vez la parte de fomentar una actividad, la cual es considerada como un derecho que todos tienen.

Ahora bien, hay otro tipo de turismo que suele confundirse con esto y que pese a que muchos lo han denominado “turismo de pobreza” por ser una actividad que implica que se visiten las zonas populares y ha agarrado trascendencia en diversos países como Brasil en las favelas de Río de Janeiro o en México en Tepito o la Merced.

Es imprescindible redefinir el concepto, porque de entrada el nombre es muy despectivo, quizá pueda decirse “turismo de Barrios” o “turismo urbano popular”.

No obstante, es importante señalar que al final, estos lugares no dependen del turismo, sino que ofrecen una gran cantidad de productos que forman parte de su cotidianidad y que les generan un sustento.

Pero si bien, se ha convertido en una práctica cada vez más frecuente, sobre todo en el extranjero que busca experimentar la vida auténtica de un país, en necesario analizar que ya tiene pros y contras.

Y hoy pese a que a varios o no les guste, terminan siendo zonas turísticas, que pueden generar una forma de explotación hacia la gente local, ya que el turista busca recordar aquellos lugares fotografiando sin consentimiento.

Pero al final, también generaron una derrama flotante, aunque pudiera tomarse por algunos como un espectáculo innecesario.

Lo que sí se debería hacer en estos casos, es generar acciones desde el Gobierno de la Ciudad de México, como en este caso lo comenzó a hacer desde el inicio de sus administración en algunas zonas no tan turísticas con él famosos “turismo de Barrios mágicos”.

En el cual se generaba una sinergia con las alcaldías para crear actividades o dinámicas de que permitieran generar rutas turísticas, algo que en el caso de estas zonas se pueda velar por el mejoramiento de la vía pública y acciones que permitan obtener un beneficio para las comunidades que hoy están en la mira de muchos turistas y difícilmente podrán dejar de ser un lugar en el mapa, por esta tendencia que lleva algunos años en práctica.


Periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García con 6 años de experiencia. Ha colaborado en medios como Aristegui Noticias, Milenio, El Financiero, SDPNoticias y Acustik Noticias.

Hoy en día esta de moda hablar del turismo social y es una cuestión que fascina a más de un funcionario federal, pero antes se debe definir qué es y cuáles son los objetivos a lograr.

Primero que nada, este tipo de turismo es conocido como una opción que realiza la población con bajos ingresos y es por ellos, que los gobiernos buscan generar cierto tipo de políticas públicas que permitan involucrar a todos para que pueda disfrutar de unas vacaciones formidables.

Una vez definido este término y también recordando que al final a una persona según la Organización Mundial del Turismo (OMT) no se le puede definir como turista si no se hospeda y deja una derrama en un lugar.

Podemos analizar la política turística de la Ciudad de México, misma que se compone en este sentido por el programa “Colibrí Viajero” que surgió en 2022.

Y según cifras de la propia secretaría de turismo, durante el primer año, brindó asesorías a Colombia, Puerto Rico y ocho entidades de la República Mexicana, y estuvo entre los cuatro finalistas de los ISTO Awards 2022 superando la meta de personas beneficiarias con más de 350 mil participantes en dos mil 692 recorridos tradicionales, a pie, dramatizados y en autobús.

Ya que este programa se ha caracterizado por tener cuatro modalidades: recorridos tradicionales que incluyen transporte, guía de turistas y acceso a recintos; recorridos a pie que son visitas a sitios de interés turístico de la mano de un guía; recorridos dramatizados que se llevan a cabo con personajes históricos, y recorridos cortos en autobús con una duración máxima de 30 minutos que abarcan información importante de la Alameda Central, Chapultepec, Los Pinos, la Cuarta Sección del Bosque de Chapultepec y el Monumento a la Revolución.

Sí bien ayudan a la sociedad para que puedan vivir aquellas experiencias que viviría el turista tradicional nacional o internacional, no dejan de ser excursiones.

Es imperante también ver la posibilidad de que se puedan implementar más acciones para que se trate de llegar a un acuerdo con las empresas y lograr que todos aquellos que no gozan de grandes recursos económicos, puedan tener mayor viabilidad de generar unas vacaciones ideales.

Generando así, que no solo se puedan gozar de excursiones, sino también pensar en que se creen facilidades para poder generar ese hospedaje y derrama y a su vez la parte de fomentar una actividad, la cual es considerada como un derecho que todos tienen.

Ahora bien, hay otro tipo de turismo que suele confundirse con esto y que pese a que muchos lo han denominado “turismo de pobreza” por ser una actividad que implica que se visiten las zonas populares y ha agarrado trascendencia en diversos países como Brasil en las favelas de Río de Janeiro o en México en Tepito o la Merced.

Es imprescindible redefinir el concepto, porque de entrada el nombre es muy despectivo, quizá pueda decirse “turismo de Barrios” o “turismo urbano popular”.

No obstante, es importante señalar que al final, estos lugares no dependen del turismo, sino que ofrecen una gran cantidad de productos que forman parte de su cotidianidad y que les generan un sustento.

Pero si bien, se ha convertido en una práctica cada vez más frecuente, sobre todo en el extranjero que busca experimentar la vida auténtica de un país, en necesario analizar que ya tiene pros y contras.

Y hoy pese a que a varios o no les guste, terminan siendo zonas turísticas, que pueden generar una forma de explotación hacia la gente local, ya que el turista busca recordar aquellos lugares fotografiando sin consentimiento.

Pero al final, también generaron una derrama flotante, aunque pudiera tomarse por algunos como un espectáculo innecesario.

Lo que sí se debería hacer en estos casos, es generar acciones desde el Gobierno de la Ciudad de México, como en este caso lo comenzó a hacer desde el inicio de sus administración en algunas zonas no tan turísticas con él famosos “turismo de Barrios mágicos”.

En el cual se generaba una sinergia con las alcaldías para crear actividades o dinámicas de que permitieran generar rutas turísticas, algo que en el caso de estas zonas se pueda velar por el mejoramiento de la vía pública y acciones que permitan obtener un beneficio para las comunidades que hoy están en la mira de muchos turistas y difícilmente podrán dejar de ser un lugar en el mapa, por esta tendencia que lleva algunos años en práctica.


Periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García con 6 años de experiencia. Ha colaborado en medios como Aristegui Noticias, Milenio, El Financiero, SDPNoticias y Acustik Noticias.

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