Mucho hemos comentado la importancia que ha tomado el movimiento indígena en Michoacán, a partir de la lucha que se ha logrado con el cambio de modelos de elecciones, pero también de formas de gobernar, tomando en consideración la visión comunitaria. Ello ha tenido un mayor impacto, por la llegada del gobierno local, quien ha focalizado a los pueblos y comunidades indígenas como el centro de una estrategia que busca generar la anhelada justicia que cambie las cosas en cada una de las regiones indígenas del Estado.
Ante ello, uno de los grandes pendientes es el reconocimiento de la representación de las comunidades indígenas en los congresos locales y federal. Si bien, la lucha comunitaria de los últimos años ha logrado el reconocimiento de la representación comunitaria en el ámbito municipal y submunicipal, poco o nada se ha debatido sobre la representación indígena en los congresos.
El momento es oportuno, en tanto el INE se encuentra en un momento en el que está reconstruyendo la distritación federal y local en el Estado de Michoacán, a través de foros de consulta que permitan conocer aspectos sociales de la representación política y tomarlos en cuenta, para dibujar la integración de cada distrito federal y local.
Ante dicho escenario, el INE tiene la oportunidad histórica de construir distritos federales y locales a partir de la composición indígena. La visión de una nueva representación en los espacios políticos ya tiene una larga historia, el caso de Cherán y otras comunidades indígenas en Michoacán son emblemáticas y representativas en la lucha por cambiar las formas tradicionales de representación política y de ejercicio del poder.
Consecuentemente, el INE tiene todo para abrir el debate, dentro del foro estatal, en el cual será necesario y oportuno que se reproduzcan las voces de grupos que llevan años con una demanda sólida en el cambio de las formas de visualizar y entender la representación política. Para ello, será indispensable tomar en cuenta los territorios y municipios en donde existen diversas comunidades originarias en todo el Estado, con ello, se logrará generar mayor certeza en la decisión que tomará el INE para diseñar los distritos locales y federales, por lo que, es necesario que el criterio para definir a una comunidad indígena no sea solamente el linguístico, sino también, algunos otros como: territorio, composición comunitaria, la libre determinación, entre otros. Ello será determinante para que los distritos locales y federales puedan reproducir la composición pluricultural que la Constitución local identifica y que la realidad local, en los últimos años, ha dejado clara.
Por todo ello, el INE tiene la oportunidad de canalizar la lucha comunitaria a favor de un nuevo modelo de representación política que, podrá incidir, de forma positiva en la gobernabilidad local.
Seguro que la autoridad electoral nacional logrará abrir los espacios de diálogo y comunicación, para permitir la interlocución intercultural que permita que la decisión del Consejo General del INE sea totalmente cercana a las voces que la sociedad de michoacana ha manifestado en los últimos años.
