/ jueves 9 de septiembre de 2021

Entre cortinas de humo

México se encuentra en un momento complejo y sumamente complicado en materia de desastres naturales – y no naturales – a los que hay que añadirle el hecho de que, a últimas fechas los encargados de las políticas públicas y de velar por la seguridad de la ciudadanía, están más preocupados por los destapes o los movimientos políticos que deben hacer para consolidarse en el poder.

Algo más que inaceptable, es escuchar que en el púlpito presidencial prevalecen las descalificaciones contra la prensa, los partidos o simplemente aquellos que no comulgan con su ideología. Y se le ponen todos los reflectores a los próceres de la 4t, de los que desde la perspectiva del Presidente, nos urge saber si son o no buenas personas o si los considera mejores ciudadanos que todos los demás, por el simple hecho de por ser leales a su causa.

Atención, que no merecen aquellos que debido a la ineficiencia, o el simple capricho del inquilino de Palacio, no serán atendidos a menos que utilicen los mecanismos que obliguen al gobierno a proporcionarles aquellos servicios que les fueron negados, tal es el caso de las vacunas a menores que tanta polémica han causado entre el gabinete presidencial, de tal forma que nuevamente Gatell tuvo que salir a dar la cara con otra de sus desafortunadas declaraciones; en la que afirma que vacunar a un niño (de estos 250 niños que se han amparado) es quitarle la posibilidad de inmunizarse a un adulto que corre un riesgo mayor. Que desafortunado tener como vocero de salud en nuestro país a una persona con tan poca calidad humana. Por lo visto para el gobierno de México enviar 300,000 dosis de vacunas a Sudamérica no le quita la posibilidad de inmunizarse a un mexicano, así las cosas.

Hablando de los desastres naturales… ¿Cómo se piensa atender a los damnificados sin el FONDEN? En teoría, se le otorgarán enceres, alimentos y ropa a los afectados; se buscará apoyar para la reconstrucción de sus hogares. Algo que no se ha realizado de manera puntual en algunas poblaciones que se vieron afectadas el año pasado. Sin embargo, tendríamos que reflexionar sobre la infraestructura dañada en estos lugares y el presupuesto que se debe asignar para su reconstrucción, un tema del que no se hablado mucho, que resulta preponderante para la reactivación económica y social de estas zonas.

¿Y los migrantes? Otra de las crisis que presenta el país en últimas fechas y que a todas luces se trata de minimizar. Tapachula, se ha convertido en una Ciudad –prisión debido a la gran cantidad de inmigrantes que se encuentran esperando respuesta a su situación migratoria. Algo que llama la atención, es que mientras el Presidente afirma, que estos van de paso, la gran mayoría comenta que buscan establecerse en México y contar con la documentación que les permita acceder a una vivienda, empleo y servicios de salud. Por lo que resulta imperativo poner atención a este tema.

Cortinas de humo, para hacerle creer a la gente que todo va viento en popa; para ocultar los verdaderos problemas y la urgencia con la que deben resolverse. Cortinas de humo para convencernos de que estamos en el país de las maravillas, pero en el, solo viven unos cuantos.

México se encuentra en un momento complejo y sumamente complicado en materia de desastres naturales – y no naturales – a los que hay que añadirle el hecho de que, a últimas fechas los encargados de las políticas públicas y de velar por la seguridad de la ciudadanía, están más preocupados por los destapes o los movimientos políticos que deben hacer para consolidarse en el poder.

Algo más que inaceptable, es escuchar que en el púlpito presidencial prevalecen las descalificaciones contra la prensa, los partidos o simplemente aquellos que no comulgan con su ideología. Y se le ponen todos los reflectores a los próceres de la 4t, de los que desde la perspectiva del Presidente, nos urge saber si son o no buenas personas o si los considera mejores ciudadanos que todos los demás, por el simple hecho de por ser leales a su causa.

Atención, que no merecen aquellos que debido a la ineficiencia, o el simple capricho del inquilino de Palacio, no serán atendidos a menos que utilicen los mecanismos que obliguen al gobierno a proporcionarles aquellos servicios que les fueron negados, tal es el caso de las vacunas a menores que tanta polémica han causado entre el gabinete presidencial, de tal forma que nuevamente Gatell tuvo que salir a dar la cara con otra de sus desafortunadas declaraciones; en la que afirma que vacunar a un niño (de estos 250 niños que se han amparado) es quitarle la posibilidad de inmunizarse a un adulto que corre un riesgo mayor. Que desafortunado tener como vocero de salud en nuestro país a una persona con tan poca calidad humana. Por lo visto para el gobierno de México enviar 300,000 dosis de vacunas a Sudamérica no le quita la posibilidad de inmunizarse a un mexicano, así las cosas.

Hablando de los desastres naturales… ¿Cómo se piensa atender a los damnificados sin el FONDEN? En teoría, se le otorgarán enceres, alimentos y ropa a los afectados; se buscará apoyar para la reconstrucción de sus hogares. Algo que no se ha realizado de manera puntual en algunas poblaciones que se vieron afectadas el año pasado. Sin embargo, tendríamos que reflexionar sobre la infraestructura dañada en estos lugares y el presupuesto que se debe asignar para su reconstrucción, un tema del que no se hablado mucho, que resulta preponderante para la reactivación económica y social de estas zonas.

¿Y los migrantes? Otra de las crisis que presenta el país en últimas fechas y que a todas luces se trata de minimizar. Tapachula, se ha convertido en una Ciudad –prisión debido a la gran cantidad de inmigrantes que se encuentran esperando respuesta a su situación migratoria. Algo que llama la atención, es que mientras el Presidente afirma, que estos van de paso, la gran mayoría comenta que buscan establecerse en México y contar con la documentación que les permita acceder a una vivienda, empleo y servicios de salud. Por lo que resulta imperativo poner atención a este tema.

Cortinas de humo, para hacerle creer a la gente que todo va viento en popa; para ocultar los verdaderos problemas y la urgencia con la que deben resolverse. Cortinas de humo para convencernos de que estamos en el país de las maravillas, pero en el, solo viven unos cuantos.